¡Fundamental! controla tu glucemia, necesitas comprobarla antes, durante y después de hacer ejercicio, para evitar problemas mientras lo practicas.
Inyéctate la dosis correcta de insulina, sé que es de Perogrullo, pero puedes tener problemas tanto por exceso de insulina como por defecto de la misma, habla con tu médico, te ayudará a ajustar las dosis de insulina (basal y bolos). No inyectes la insulina en las partes del cuerpo que utilices en el deporte que vas a practicar, si vas a jugar al balonmano probablemente la inyección en los brazos y las piernas no sería muy recomendable, podría provocar una acción excesivamente rápida de la insulina, y si llevas bomba de insulina y te molesta en la práctica del deporte, existen muchas formas de poder gestionar ese momento, llega a un acuerdo con tu médico sobre la que más te conviene.
¡Come!. Dependiendo de la intensidad y duración del ejercicio necesitarás más o menos hidratos de carbono, como siempre y aunque suene repetitivo, tu amigo, el médico, te ayudará a tomar esta decisión. Ten siempre cerca algo para comer (barritas energéticas, fruta y agua), quizás lo necesites. Ni que decir tiene que nuestro glucómetro y demás accesorios también deben estar cerca.
Habla con tus entrenadores o monitores, ¡Ah, ya sé que es un tema peliagudo!, ¿Les asustaré? ¿Lo asimilarán? ¿Me tomarán en cuenta en las competiciones? Probablemente “les tiemblen las canillas” pero, pronto, verán que no ocurre nada si el control sobre la diabetes es el adecuado, y normalizarán la situación, nuestra responsabilidad sobre la diabetes como pacientes y/o como padres nos obliga a mantenerles informados al respecto.
Interrumpe momentáneamente el ejercicio si necesitas comer o beber algo y deja de practicarlo si te encuentras mal
Recuerda que después del ejercicio tendrás que volver a ajustar la insulina, para ello.....
¡HABLA CON TU MÉDICO!