Tienen un tamaño similar al de un móvil. Las
bombas de insulina se componen de un contenedor de insulina llamado reservorio
que está conectado a un tubo de unos 60 cm. de largo que finaliza en un pequeño catéter que se implanta bajo la piel.
Tiene la ventaja de que la insulina que hay que
administrar puede ajustarse a las necesidades del usuario.
Solo utiliza insulina de acción rápida. La administración
de la insulina a lo largo de las 24 horas del día se denomina “basal” y
controla la glucosa entre las comidas y durante la noche. Podemos establecer diferentes tramos horarios
y de cantidad a lo largo del día.
La insulina que se administra antes de las
comidas se denomina “bolo”. Estos dispositivos tienen un programa que
introduciendo una serie de parámetros (sensibilidad de la insulina, ratio insulina/hidratos
de carbono) nos ayuda a calcular la insulina necesaria para la ingestión de
alimentos y/o para la corrección de una glucemia alta.
El utilizar una bomba de insulina, no exime del
análisis capilar de glucemia.
Como todo, este método tiene sus ventajas y sus
inconvenientes. Como ventajas, creo que tiene las siguientes:
- Reduce el número de pinchazos a la hora de administrar la insulina, pues solamente requerirá el cambio de equipo infusor cada 3 días aproximadamente.
- Glucemias más estables (aunque cuando ya sabemos que esto es como es y a veces difícilmente controlable).
- La rigidez de horarios en las comidas prácticamente desaparece, así como la administración de la insulina “lenta” a determinada hora del día.
- Los bolos que podemos administrar se pueden graduar en tramos de 0.1 unidades y en algunos dispositivos en tramos 0.05 und.
- Al poder programarse en diferentes tramos horarios y de cantidad de insulina se adecua fácilmente a la actividad del usuario (deporte, periodos de noche, actividades más o menos físicas….).
- Es más fácil prevenir la hipoglucemia y más fácil remontar los niveles de glucosa cuando esta ocurre.
- Y se puede utilizar una “basal temporal” en momentos que cambie imprevistamente la actividad física.
Como inconvenientes:
- Siempre está conectada al cuerpo, así que salvo en cortos periodos de tiempo siempre se llevará puesta.
- La el análisis capilar debe ser más frecuente.
- El riesgo de cetoacidosis es mayor en caso de que la infusión falle, pues no tendremos insulina.
A mi modo de ver y por experiencia, creo que
tiene más ventajas que inconvenientes. Nuestra experiencia es muy positiva, ha mejorado la hemoglobina,
tienen menos hipoglucemias, es más fácil decidir la insulina que necesita en cada momento, pero
esto es como todo, cada uno se acostumbra a lo que se acostumbra. En nuestro
caso, quien utiliza la bomba es nuestro hijo que no superaba el miedo a pincharse
con las plumas y hoy por hoy, después de 5 años con la bomba de insulina, solo la cambiaría
por una solución definitiva ¡que ojalá veamos pronto!